Los reinos de taifas (1031-1090): En el año 1031,
tras la crisis final del califato, una rebelión depuso al último califa, Hisham
III, y Al-Ándalus se fragmentó en numerosos reinos de Taifas (en árabe facción o
bandería), que se fueron reduciendo sobre todo por la incorporación de los más
pequeños a otros mayores. Según la etnia que las dominaba podían dividirse en
árabes o andalusíes como Córdoba, Sevilla o Zaragoza; bereberes como Granada o
Málaga, y eslavas como Valencia. Seguían siendo territorios prósperos
económicamente y en algunos casos tuvieron gran importancia cultural pero su
supervivencia dependía, con frecuencia, del pago de parias o tributos a los cristianos.
Los almorávides (1090-1144): A finales del siglo XI ante el avance de los reinos cristianos, que en el 1085 conquistan Toledo (Alfonso VI de Castilla), los reyes de las taifas reclamaron el apoyo de los almorávides, musulmanes ultraortodoxos, que habían formado un gran imperio en el norte de África. Su dirigente Yusuf ibn Tashfin llegó a la península en el año 1086 y venció a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas (Badajoz) tras lo que regresó a África. Pero en el 1090 retornó a la península con el objetivo de conquistar los reinos taifas. Pero no llegó a consolidarse del todo y en el siglo siguiente caería el poder almorávide estableciéndose los segundos reinos de taifas hacia el año 1144.
Los almohades (1144-1248): Al mismo tiempo que los almorávides eran derrotados en al-Ándalus, su imperio africano desaparecía y un nuevo imperio, el Almohade, surgía y los derrotaba en África. El dominio almohade de la Península se inició en 1147 con la ocupación de Sevilla, pero no terminó hasta 1172. Lograda la unificación de Al-Ándalus, los almohades aumentaron su ataque contra los reinos cristianos. En 1195 el califa Yusuf II aplastó al ejército castellano dirigido por Alfonso VIII en la batalla de Alarcos. La gravedad de la situación obligó a los reyes cristianos a relegar sus diferencias internas para hacer un frente común contra los almohades (bula de cruzada del Papa Inocencio III).
Batalla de Alarcos 1195 |
En
el año 1212 las tropas cristianas destrozaron al ejército almohade en la
batalla de las Navas de Tolosa. Con esta derrota el poder de los almohades en
la Península quedó prácticamente aniquilado, conformándose poco después el Reino Nazarí de
Granada como último reducto de la presencia musulmana en la península.
El
reino nazarí (1248-1492): El reino de Granada ya existió como taifa tras la
desaparición del Califato de Córdoba (1031) hasta la llegada de los
almorávides, y se volvió a formar tras el hundimiento del Imperio Almohade. Su
fundador, Muhamad I (1237-1273) de la familia de los Banu Nasr, contó con
importantes enclaves como Málaga y Almería y se convirtió en tributario de los
reyes castellanos para mantener su independencia. En el S. XV se inicia el
periodo de debilidad a causa de las frecuentes luchas entre las familias nobles
que querían el trono granadino. El último rey nazarí ,Boabdil, ascendió al
trono tras una revuelta popular (contra su padre) y otra guerra civil contra su
tío Zagal, facilitando el avance cristiano hacia Granada culminado el 2 de
enero de 1492 con las capitaluciones de Santa Fe entre Boabdil y los Reyes
Católicos, Isabel y Fernando. Fue el final de al-Ándalus.
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