La guerra civil española comenzó con una sublevación militar que pretendía
aniquilar a la República, pero lo que pretendía ser un golpe de Estado rápido,se convirtió en un largo conflicto de casi
tres años de duración que ha sido considerado por algunos historiadores como un
prólogo de la Segunda Guerra Mundial, donde
se enfrentaron las principales ideologías
de la época: fascismo, comunismo y democracia.
La sublevación fue organizada por un grupo de generales monárquicos y
conservadores (Sanjurjo, Mola, Fanjul, Franco, Goded) junto con grupos políticos de extrema derecha como la Falange
o los carlistas, que ya preparaban desde el triunfo del Frente popular una
conspiración militar. El golpe de Estado
debía ejecutarse con rapidez y violencia, para evitar la resistencia del
gobierno y sobre todo de las organizaciones de izquierdas, muy movilizadas
ya desde la revolución de octubre y sobre todo con la victoria electoral del frente popular en febrero de 1936. Ante las
sospechas de golpe d Estado, el ministro de Defensa trasladó a los generales más abiertamente antirrepublicanos , Mola a Navarra, Franco a Canarias y Goded a
Baleares. Sin embargo los preparativos continuaron durante la primavera del
36. El asesinato de Calvo Sotelo (12
julio), fue el pretexto y sirvió para acelerar la
sublevación:
La
rebelión militar (17-18 de julio de 1936) se inició en el
Marruecos español, y de allí se extendió a las guarniciones peninsulares.
Tanto Canarias, donde Franco era la
autoridad militar, como en Marruecos,
con jefes antirrepublicanos, triunfó el golpe.
A lo largo del 18 de julio y días siguientes, lo sublevados alzaron Navarra, Álava, Castilla y León, Galicia,
Baleares, parte de Andalucia y casi todo Aragón.
Las organizaciones obreras
(milicianos) y los militares leales al gobierno sofocaron la rebelión en el norte, el levante y sobre todo en las grandes ciudades del país como Madrid
o Barcelona. (excepción de Sevilla). Constatado el fracaso del golpe se inicia el enfrentamiento
entre los dos ejércitos, el
sublevado y el leal a la República, en una guerra civil que durará tres
años y dividirá España en dos bandos:
El bando republicano
contaba con los núcleos industriales y urbanos además del oro del Banco de
España. Contó con el apoyo de la Guardia
de Asalto y con las milicias obreras y campesinos de las organizaciones de
izquierda (PCE, CNT,PSOE) La mayor parte de la marina quedó en sus manos junto
con la mitad de las tropas aunque no contaban con la fidelidad de los
oficiales.
El bando sublevado, llamados a sí mismos, “nacionales”, contaba con la
principal zona cerealística y militarmente con la mayor parte de los generales
y la mitad de los miembros del ejército además de las experimentadas tropas de
África (la Legión y los regulares). Del mismo modo, contaron con multitud de
voluntarios de las milicias organizadas por los partidos carlista (requetés) y falangista.
La intervención o no intervención extranjera en el conflicto
bélico influyó decisivamente en la evolución de la contienda, marcó los bandos
en lucha y determinó la victoria final de Franco. El conflicto afectaba a los
interés de las potencias y dio impulso al choque de ideologías latentes en la Europa de entreguerras.
La República intentó que la Sociedad de Naciones actuara contra Italia
y Alemania por su intervención directa en la guerra, pero tuvo que esperar
más de un año desde que empezó el conflicto para que se aprobase una
resolución, que finalmente no fue aplicada.
Por otra parte, Francia y Gran Bretaña elaboraron un
documento en el que se prohibía en ambos países la venta de todo tipo de material
militar con destino a España. Este fue el punto de partida para la creación del
Comité de No Intervención, con sede
en Londres. Se intentaba con ello evitar
que el conflicto se internacionalizara y por otro ayudar de forma indirecta
a la República evitando la entrega de armas a los rebeldes. Pero fue un fracaso, aunque lo firmaron
más de treinta países, entre ellos Italia y Alemania.
Francia,
gobernada también por un Frente Popular, dirigido por el socialista León Blum,
decidió al principio ayudar a la República, pero las presiones británicas y las
divergencias internas le obligaron a suspender la ayuda. Por eso decidió
impulsar el Comité de No Intervención. Su papel acabaría siendo el de país de
acogida y asilo. Gran Bretaña
de forma oficial apoyó la neutralidad, lo que no impidió que firmara un acuerdo
con Italia en el que admitía la presencia de tropas italianas en España, además
le inquietaba el matiz revolucionario
del Frente Popular. EEUU
interpretó la guerra como un avance del comunismo en Europa, (aunque parece
que el presidente F.D. Roosevelt
estaba a favor de la República) adoptó una política de no intervención y
prohibió la venta de armas en España. Aunque grandes empresas americanas como
la TEXACO o General Motors abastecieron al ejército franquista.
Los
países que ayudaron de forma directa a los militares sublevados fueron los que
tenían regímenes fascistas o similares.
•
Alemania, con Hitler al frente, ofreció la ayuda más
determinante en el ámbito militar desde los primeros momentos apoyando a los
sublevados, tanto por razones
estratégicas (aislar a Francia ante un próximo conflicto) como para probar
la eficacia de su gran máquina de guerra, con la participación directa de la
legión Cóndor de aviación, esencial para la guerra y responsable del bombardeo de Guernica. También participó con todo
tipo de equipos de comunicación, antiaéreos, tanques, carros... Pero, al no
pretender conseguir triunfos personales como Mussolini, no envió demasiadas tropas sino básicamente instructores militares. Finalmente también dio ayuda financiera.
•
Italia proporcionó ayuda vital en número de hombres y valor
económico. La ayuda de Mussolini fue inmediata gracias a la firma un tratado de amistad y de reconocimiento con
el gobierno de Burgos (capital del gobierno nacional), porque esperaba
obtener ventajas en su ambición de controlar el Mediterráneo. Su ayuda se
centro en equipos (aviones para cruzar el estrecho de Gibraltar el ejército de
Marruecos), hombres,con unos 70 000 soldados, destacando el CTV (Cuerpo de tropas voluntarias) y financiación a través de la
compañía SAFNI.
• Portugal tuvo una aportación menor aunque también envió voluntarios
(los “viriatos”), además de ceder el
territorio para operaciones militares e introducir armamento.
La
República como régimen democrático y legítimo de la nación debería haber podido
disponer de la ayuda de las democracias occidentales. Pero los únicos países
que la apoyaron con decisión fueron La Unión soviética y Méjico.
• La Unión Soviética de Stalin inició
su ayuda en octubre de 1936 y se mantuvo constante a lo largo de la guerra con
aportaciones de hombres y material,
más de 1000 aviones, carros de combate y asistencia técnica y logística. Pero
su exigencia de pago por adelantado obligó a la República a enviar a la URSS
las reservas de oro del Banco de España, aunque según algunos estudios recientes, el valor
económico de la ayuda fue superior al de lo depositado.
• La actitud de Méjico fue de apoyo a la República
desde el principio. Su presidente Lázaro
Cárdenas ordenó el envío de municipios y fusiles procedentes de su propio
ejército.
• Las Brigadas Internacionales eran tropas formadas por voluntarios
izquierdistas (35 000 hombres en total, nunca más de 20.000 a la vez) que ante la política de no intervención de sus
gobiernos deciden luchar en España a favor de la República y contra el fascismo.
Eran hombres en su mayoría, anarquistas, socialistas, comunistas, muchos
intelectuales, pero también exiliados alemanes e italianos y aventureros o
idealistas que procedían de Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, etc.
Su aportación fundamental se centró en la defensa
de Madrid y en Guadalajara, pero sobre todo infundieron un gran ánimo en los
republicanos, al ver como su lucha se hacía internacional. En 1938, ante la
inevitable derrota republicana, las Brigadas abandonan España para facilitar
las negociaciones de paz con Franco.
Debido a la gran expectación que despertó el conflicto en todo el mundo, fue una de las guerras que más periodistas y escritores extranjeros acogió, destacando entre ellos figuras de enorme importancia para la literatura o la fotografía como Robert Capa, John Dos Passos, Enrest Hemingway, Ilyá Ehrenburg, Georges Orwell o André Malraux, que ambientaron en nuestro país novelas inolvidables como "Por quién doblan las campanas", "Homenaje a Cataluña" o "La esperanza" e hicieron grandes fotografías que han quedado para la historia("Miliciano muerto" de Capa ) jugándose la vida en muchos casos como en el Gerda Taro (fallecida en la batalla de Brunete al ser aplastada por un tanque)
No hay comentarios:
Publicar un comentario