Somos el enemigo.

La violencia sigue estando del lado del estado. Las vergonzosas cargas policiales contra los estudiantes valencianos han vuelto a demostrar como la contestación social contra los recortes está empezando a poner nerviosos a nuestros gobernantes. La reacción frente a la libertad de expresión de unos jóvenes que protestaban contra los recortes en educación ha sido totalmente desproporcionada y, lo peor de todo, justificada por ministros y políticos de la derecha totalitaria.
 Vivimos un principio de año plagado de noticias que nos retrotraen 40 años, hasta el franquismo. La criminalización de Garzón, las reformas del nuevo gobierno Rajoy (cadena perpétua, restricción del derecho al aborto, supresión de la educación para la ciudadanía,etc,..) nos anuncian un tiempo gris y de retroceso de las libertades. La crisis económica se ve agravada, a su vez, por las medidas del llamado "ajuste", que no son sino un paso más en el empobrecimiento de todo un país (subida de impuestos, descenso de salarios, pérdida de derechos, degradación de servicios públicos y privatizaciones). Los estudiantes valencianos nos muestran el camino, la rebelión, la insumisión, y sobre todo la no violencia. Somos el enemigo.