Hoy los estudiantes de secundaria y Bachillerato de Madrid y parte de España han salido a las calles en defensa de la enseñanza pública. Venciendo las desconfianzas y prejuicios de muchos, han vuelto a dar un ejemplo de lo que es en realidad la juventud española. Unas fantásticas generaciones condenadas a no tener futuro por un sistema neoliberal que les niega todo aquello que sus padres tuvieron y muchos pelearon. Los servicios públicos, principal toma de contacto de la juventud con la sociedad y su organización, constituyen el elemento de cohesión y solidaridad fundamental, y así son percibidos por los estudiantes. Su defensa acérrima de la justicia social nos enseña a los más mayores lo que muchos han olvidado en la madurez, que no hay libertad sin justicia, ni democracia sin igualdad. Bravo por esos jóvenes que defienden la escuela pública, de tod@s y para tod@s. Son un ejemplo de dignidad y ellos son el principal motivo de la marea verde.
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