Albert Camus: "A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad."

miércoles, 17 de octubre de 2018

La expansión mediterránea de la Corona de Aragón en la Edad Media


Pedro III llega a Sicilia, siglo XIII

Tras la conquista de los reinos de Valencia y Mallorca con Jaime I, la expansión de la Corona de Aragón, frenada por Castilla en la península, se orientó al Mediterráneo. El rey Pedro III el Grande, a finales del siglo XIII impulsó el imperialismo aragonés, que lograría incorporar hasta el siglo  XV ni más ni menos que las islas de  Sicilia (1282) y Cerdeña (1323), así como el reino de Nápoles (1443).


Esta expansión chocó con los intereses de la corona francesa y del Papa. Se inicia así un elemento clave de la política exterior aragonesa, y posteriormente española, que se prolongará durante varios siglos: la lucha con Francia por la hegemonía en los estados italianos.


Con Jaime II  y Pedro IV, el imperialismo aragonés en el  Mediterráneo experimentó un nuevo impulso. La aventura de los almogávares en el Mediterráneo oriental es la más célebre expresión de este proceso.

Los almogávares eran soldados mercenarios, originarios de la Corona de Aragón. En la primera mitad del siglo XIV, recorrieron el mar Mediterráneo ayudando a diversas campañas aragonesas impulsadas por el expansionismo comercial catalán. Almogavar significa en árabe 'el que hace algaradas o correrías' del vocablo 'al-mugawar'. 


En el año 1302 embarcaron hacia Bizancio (la antigua Constantinopla, actual Estambul). El emperador bizantino les había contratado para luchar contra los turcos. Al frente iba Roger de Flor (1267-1305), aventurero de origen alemán, con el que obtuvieron grandes victorias contra los turcos en Asia Menor.

Sin embargo, tras el asesinato de Roger de Flor en 1305 se dedicaron, como forma de venganza, a la devastación y al saqueo. Posteriormente se pusieron al servicio del duque de Atenas, pero en 1311 ocuparon dicho territorio. Su entrada en la capital ateniense al grito de "Aragón, Aragón" es el punto culmen de la dominación catalano-aragonesa del Mare Nostrum. En 1319 crearon el señorío de Neopatria.


Hay que destacar que el coste económico de estas empresas imperialistas forzó a los reyes de Aragón a pedir ayuda continuamente a la nobleza y al clero. Este es uno de los factores que explican que la monarquía aragonesa fuera una  ”monarquía pactista”. 


El último impulso del imperialismo catalano-aragonés llegó con Alfonso V, el magnánimo (1416-1458) quien anexionó el reino de Nápoles en 1443, en lucha contra los franceses y las potencias italianas (Venecia, Florencia y el Papa). A partir de este momento, Alfonso V estableció su corte en Nápoles, convirtió la ciudad un gran centro humanístico y se dedicó por completo a la política italiana. (Extraído de historiasiglo20.0rg)


Pedro III de Aragón, impulsor de la expansión aragonesa

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