Joaquín Sorolla, el maestro levantino de la luz, pintó este cuadro en 1894, muy influido por el realismo social. Un suceso como los que sacuden en estos días nuestras noticias, el accidente y la muerte de pescadores faenando inspiró a Blasco Ibáñez en su novela Flor de Mayo, ambientada en el Cabañal valenciano. Una familiar del pescador fallecido maldecía a las mujeres que regateaban el pescado que les costaba y les cuesta la vida a muchos de ellos. Sirva este pequeño homenaje para ellos y sus familias.
Sorolla vivió en pleno barrio de mi querido Chamberí, y su casa-taller es hoy un magnífico museo en la calle Martínez Campos que recomiendo visitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario