Adolfo Suárez y la democracia.

Todos mis respetos para  Adolfo Suárez y su familia y amigos, que como todos sabemos falleció ayer. Secretario general del movimiento en el franquismo (la Falange), Presidente del gobierno tras la muerte del dictador,artífice de la ley para la reforma política de 1976 y de la constitución de 1978, es innegable el papel crucial que desempeñó en los años de la transición, hechos que le valieron ser criticado duramente desde sus propias filas, desde el ejército y más lógicamente, desde la izquierda. Supo dimitir dignamente en enero de 1981 (en una intervención televisiva histórica, como la del golpe de Tejero un mes después, en la que junto al líder del PCE Carrillo aguantó en su escaño tras los tiros al cielo), se retiró de la política tras unos años de decadencia y pérdida de la hegemonía de la derecha a favor de la AP de Fraga. y murió tras muchos años de sufrimiento para la familia. Curiosamente, estos años en los que Suárez perdió sus recuerdos supusieron su rehabilitación, pasando de los insultos del periodo final de su gobierno a la crónica rosa sobre su figura.
 Yo personalmente creo que representó una derecha diferente, más civilizada que la actual, y que fue un político sin duda audaz y valiente. 
Dicho esto, quisiera expresar algo que me lleva rondando todos estos días de sobre-exposición mediática de Suárez, sospechosamente a la vez que las marchas del 22M llegan a la capital colapsando Madrid de rabia, indignación y sobre todo dignidad. Lástima que no hubieran sido convocadas en Kiev o en Caracas para que salieran en los medios. 
 La democracia en España no la trajeron ni Suárez ni el rey (nombrados ambos por Franco, que precisamente acabó con ella en 1939). La democracia se recuperó(en parte) gracias a la lucha de muchos hombres y mujeres que incluso dieron su vida por ella, y que, en muchos casos, permanecen en las cunetas, aunque no en el olvido.
A la prensa del régimen les recomendaría que estudiasen un poco de historia y que tengan decencia.