Albert Camus: "A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad."

viernes, 10 de agosto de 2012

El miedo lo deben tener ellos

El verano nos sitúa en un escenario político absolutamente inflamado y con un país al límite de sus fuerzas. La ferocidad ultraderechista del gobierno Rajoy y sus cómplices empieza a resquebrajar el absurdo apoyo que muchos trabajadores le dieron. Las medidas de "ajuste", auténticas sangrías, han tenido como resultado el lógico agravamiento de la crisis económica, la intervención de la troika (que comenzó el 10 de mayo de 2010 gobernando Zapatero y en 2011 con la reforma constitucional del PPSOE) sigue su curso mientras todo un país sufre sus consecuencias. Las subidas de impuestos a los trabajadores ( no a los más ricos claro),de tasas, de matrículas en educación, el repago sanitario, son complementadas en una espiral asesina con bajadas de sueldos, despidos, retirada de ayudas a la dependencia, a los desempleados, a los inmigrantes mientras se rescatan bancos con dinero público y se indultan corruptos por toda la geografía. Por si esto fuera poco, las medidas políticas de este gobierno eliminan avances sociales como la ley del aborto, la calidad de la educación, la universalidad de la sanidad, arrasan la radio televisión pública (que había experimentado un gran avance y mejora en los últimos años, la  audiencia  y el prestigio así lo demuestran) y lanzan mensajes de resignación contra los malvados mercados. El riesgo país hoy en día lo marca un gobierno ultraderechista condenado a caer. El régimen, la dictadura neoliberal en la que vivimos, conduce a la miseria, es la muerte de la democracia y de la cohesión social, el capitalismo mata y sus lacayos son cómplices de asesinatos.

La acción del SAT liderada por Sánchez Gordillo, que repartió comida de un centro comercial entre los desahuciados sin recursos ha destapado las verguenzas de una clase política sumisa a los explotadores como el señor Roig o Amancio Ortega, elevados por una maquiavélica campaña de comunicación a los altares de los "emprendedores" del sistema. La acción de denuncia de la pobreza que hicieron los sindicalistas andaluces ha desnudado a los reaccionarios de este país, desde UPyD y PSOE hasta la caverna mediática que marca el discurso del partido ultraderechista conocido como PP. 

Desobedecer leyes injustas,boicoteos a empresas explotadoras, protestas desde la no violencia, ocupaciones y acciones como las del SAT marcan una forma de lucha que en los próximos meses se va a extender, no queda mucho margen para mantenerse al margen como brillantemente dibujaba El Roto. Ojalá que logremos la coordinación de las fueras sindicales, sociales, ciudadanas y políticas de izquierda en un gran frente común, en un gran bloque social que haga caer a este gobierno e inicie un verdadero cambio de sociedad, participativa, justa y sostenible. Lo que está claro es que, al margen de diferencias sólo desde la unidad y la generosidad podremos hacer de las movilizaciones fragmentarias y a veces estériles algo grande que haga temblar a los gobiernos. Ellos son los que deben tener miedo, a nosotros poco nos queda ya. Sólo resta la movilización constante, inteligente y el cambio de mentalidad económica y medioambiental que haga viable otro mundo, otra sociedad. En el camino se quedarán los miserables que apoyan este régimen.

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